1º día: Jerez- Atenas

Llegamos al aeropuerto de Jerez a las 7:30, pues el avión de Iberia salía a las 9:05 con destino a Madrid, y debíamos hacer el embarque con tiempo.
A las 10:40 llegamos a Madrid, con el tiempo justo para hacer transbordo hacia nuestro destino: ATENAS.
Fueron unos vuelos tranquilos, sin ningún contratiempo. En el de destino Atenas nos dieron el almuerzo que consistió en una pequeña ensalada como entrante, un primer plato de macarrones con tomate, queso y champiñones, dos porciones de queso "La Vaca que ríe", una porción de mantequilla, una pieza de pan, bebida a elegir y de postre una porción de tarta de San Marcos.
Los contratiempos surgieron a la hora de recoger nuestras maletas ya que las de seis compañeros no llegaron al aeropuerto. Tras hacer las reclamaciones correspondientes, para las que se necesitó esa pegatina que nos pegan detrás de los billetes con la referencia de nuestras maletas, nos dispusimos a coger el que sería nuestro autobús durante todo el viaje.
Una vez dentro del bus, Clara, la representante de la agencia en nuestro viaje y que nos acompañó en el traslado hacia nuestro hotel, nos explicó varias cosas a tener en cuenta entre ellas las siguientes:
  • Los monumentos y museos con horario de invierno cierran a las 15:00 h.
  • Las habitaciones de los hoteles deben estar desalojadas a las 12.00 h.
  • Los carteles y señales indicativas se encuentran en griego y en alfabeto latino.
  • El metro cuesta 1,40 €, pero con el Carnet de Estudiante Internacional, nos costaba 0,70€
  • El metro está en funcionamiento desde las 5.30 h. de la madrugada hasta las 0.00 h. que pasa por la estación de Syntagma. Los viernes y sábados pasan por Syntagma a la 1.30 h. de la madrugada.
  • Respecto a los taxis,funcionan igual que en España, pero ¡cuidado! porque intentarán engañarte con el pago, cobrando lo que marca el taxímetro por persona, cuando es el total a repartir entre os que vayáis (por ejemplo, desde el hotel Stanley hasta la Acrópolis, el precio total sería alrededor de los cuatro o cinco euros).
En cuanto a la comida, nos destacó el gyro, una especie de kebab que si lo tomas para llevar cuesta aproximadamente 2€. Además en las panaderías encontraréis unos bollos o empanadas de hojaldre rellenos de queso y otros ingredientes desde 1.60€ hasta 2.30€. Pero en Grecia también podemos encontrar una estupenda cadena de comida rápida, Goody's.
Hablando de la comida, como consejo personal, os recomendamos que os llevéis vuestra propia comida, porque así tardaréis menos (esperar la carta, que se haga la comida, esperar a que todo el grupo termine de comer, esperar la cuenta…) y tendréis más tiempo para visitar el lugar en el que estéis y realizar vuestras “compritas”.
Las tiendas cierran entre las 22.00 h. y las 23.00 h., y es costumbre pedir descuento en las tiendas de regalo, incluido las joyerías. ¿Pero cómo se pide?: Kalíteri ti, aunque decir discount también sirve. De todos modos todo lo podéis encontrar en el vocabulario de viaje que elaboramos para vosotros.
Pues bien, llegamos a nuestro hotel, Stanley, en la calle Odiseo, y nos preparamos para salir y dar una vuelta. Durante nuestro recorrido por los edificios neoclásicos, vimos el Teatro Nacional, la Biblioteca Nacional, la antigua Universidad de Atenas, la Academia de Atenas, la casa de Schliemann, la iglesia católica de S. Dionisio Aeropagita, donde se casaron los Reyes de España, el Parlamento, iglesias bizantinas, la Mitrópoli o catedral ortodoxa, el ágora romana con la Torre de los Vientos, la Acrópolis iluminada, la Biblioteca de Adriano y, por último la plaza de Monastiraki, rodeada de tiendas para turistas y restaurantes, donde cenamos.
Universidad de Atenas
Academia de Atenas
Academia de Atenas
Detalle. Universidad de Atenas

Biblioteca de Adriano
Iglesia de Kapnikaréa

Vista nocturna de la Acrópolis
Teatro Nacional
Iglesia donde se casaron D. Juan Carlos y Dña. Sofía
Casa de Schliemann
Tienda de Carnaval





Torre de los Vientos


Parlamento
Biblioteca de Adriano
Mitrópoli o Catedral Ortodoxa
Calcíope, Hipsípila yMedea en la Biblioteca Nacional
El menú consistió en: agua y vino, ensalada joriátiki de tomate y pepino con queso feta, gyro, souvláki de pollo o kebab de ternera, a elegir, acompañado con salsa tatziki y patatas fritas; y de postre, yogur griego con miel. Este menú nos costó 13 €.
Con nuestro particular "Mauricio" en la cena
A la vuelta, nuestro profesor Tomás nos recomendó visitar el mercado de pescado y marisco, abierto hasta altas horas y abarrotado de gente, debido a que al día siguiente comenzaba la Cuaresma Ortodoxa, en el que los ortodoxos tienen prohibido comer carne.
Salir de allí vivos resultó toda una Odisea: todo el mundo se empujaba y nos gritaban en griego, nosotros nos apretábamos bien fuerte las manos para no separarnos, había tanta gente que casi no se podía respirar (el o la que crea que es una exageración que haga la prueba). Tuvimos que enfrentarnos a las Arpías, las Sirenas e incluso nuestra compañera Medea estuvo en peligro al enfrentarse al gigante Polifemo e Hipsípila perdió una de las fíbulas de su abrigo.
Si os gustan las emociones fuertes, no dudéis en entrar. Nosotras repetiríamos.
Después de nuestra aventura continuamos de camino a Ítaca, pero antes paramos a comprar una tarjeta telefónica en uno de los tantos perípteros o kioskos que podéis encontrar abiertos hasta tarde y en los que podéis comprar de todo (hasta un cepillo de dientes compraron varios, cada uno el suyo, claro).
Estas tarjetas cuestan 3€, 5€ y 10€ y sirven para realizar llamadas internacionales desde teléfonos fijos (ya sean cabinas públicas o desde el hotel –hay que preguntar antes en el hotel si tiene coste llamar desde la habitación, en la mayor parte de los casos si utilizas la tarjeta no hay coste alguno-).
Llegamos al hotel, situado junto a la parada de metro de Metaxourgeio, preparamos las cosas para el día siguiente y a dormir.

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